Hablamos de ondas de forma refiriéndonos a las oscilaciones que produce el péndulo hebreo y que junto con las letras hebreas de las etiquetas, generan una resonancia determinada en el sitio del campo electromagnético del cuerpo o del lugar donde se aplica.
Al girar el péndulo se produce un movimiento energético, una onda vibratoria que es la que corresponde a la que cada letra proyecta.
Si bien el Péndulo Hebreo no se contamina energéticamente como otros péndulos, al ponerle la información de una etiqueta con palabras hebreas específicas, puede quedarse con esa información, la cual tendremos que quitar antes de pasar a testar o tratar con otra etiqueta diferente.
Bastará con dar tres golpes suaves al péndulo con otro objeto de madera, por ejemplo: una pata de la camilla, un cucharón, un palo de mortero o bastón de cuenco tibetano, para que el péndulo quede descargado y la información anterior no se mezcle con la nueva. De manera que, siempre que terminemos de pasar una etiqueta la quitaremos y, con el péndulo vacío, daremos tres golpes suaves contra un objeto de madera.
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